LO QUE NO VEMOS DE VACA MUERTA
Desde hace más de cinco años el fotógrafo Pablo Piovano y el periodista Maxi Goldschmidt recorren Vaca Muerta, el megaproyecto hidrocarburífero que sigue siendo noticia por superar récords de fractura y extracción de gas y petróleo.
Fotografías Pablo Piovano
Escribe Maxi Goldschmidt
La crisis climática se agrava y varios países deciden abandonar los combustibles fósiles pero el Estado argentino insiste con el fracking de Vaca Muerta como la “salvación”. Esa salvación bajo tierra -30.000 kilómetros cuadrados de uno de los mayores reservorios de gas y petróleo no convencional del mundo- desde hace una década provoca conflictos socioambientales: contaminación de tierra, agua y aire, emanación permanente de gases tóxicos y de efecto invernadero, enfermedades, sequía, sismos, desechos radioactivos, avance sobre comunidades originarias y afectación de las economías regionales, entre otros graves problemas.
“La invasión ahora tiene otro nombre pero es lo mismo. Es una nueva colonización. El modelo agroexportador necesitaba estas tierras mapuche y nos desplazó a las zonas más áridas donde ahora se encuentran las comunidades. Las llamaban ‘Pedreros’ porque no tenían valor económico, ahora esas tierras tienen valor. Nuevamente somos desplazados por la necesidad actual del modelo económico extractivista, en este caso por el petróleo y el gas”, dice Lefxaru Nawel, de la Confederación Mapuche de Neuquén.
Albino Campo en una recorrida por su comunidad, Campo Maripe, donde la tierra quedó devastada. “Antes había pájaros y diferentes animales, hoy no quedó nada”. Por esas tierras pasaron YPF, Chevron, Shell y Plus Petrol, entre otras empresas petroleras.
Dos operarios fuman durante un descanso. Detrás, el Rig 771 marca Ensign, una de las torres perforadoras “estrella” de Vaca Muerta: tiene unas patas robóticas que se mueven cada vez que tiene que hacer una nueva perforación. Los pozos llegan hasta los 3.000 metros de profundidad, y luego continúan en distancias similares de forma horizontal.
Una pileta con gas sulfhídrico al aire libre, en la comunidad Newen Kura, a 17 kilómetros de Rincón de los Sauces, en el noroeste de Neuquén. “En nuestro territorio hay piletas de petróleo a cielo abierto, eso es completamente ilegal. También grandes basureros sin autorización”, denuncian desde la comunidad.
Cuatro generaciones de la comunidad Fvta Xayen, cerca de Añelo, en el corazón de Vaca Muerta. Una de las tantas familias mapuche que viven hace más de cien años en estas tierras, y que son acusadas de ser “falsos mapuches”. Hoy sufren una nueva invasión: el fracking.
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