Usurpación y amenazas de muerte a Comunidad Mapuche Epulafken – Bajo la Cancha 

Desde la comunidad cercana a Río Senguer, en Chubut, denunciaron nuevamente  agresiones y amenazas de muerte con armas de fuego hacia sus integrantes.

“Rogelio Alvarado me amenazó de muerte tres veces. La primera fue en el portón de arriba de la chacra, luego al frente de la casa, y la última en el portón casi al frente de mi quinta. En todas ellas, me dijo que me iba a re cagar matando. También me amenazó diciendo: Donde te encuentre, te voy a cagar bien a garrotazos. Te voy a llevar en tiras para tu casa”, así Carlos Nahuel le contaba a su hermano el derrotero que vivió en un radio de 10km el pasado 8 de abril.

Alrededor de las 20 horas, Alvarado, sobre quien pesa una orden judicial de restricción de acercamiento, amenazó con un arma de fuego en tres oportunidades al werken (vocero) de la comunidad. Carlos Nahuel, expresó que inmediatamente llamó a la Comisaría de Alto Río Senguer para notificar a las autoridades policiales de la agresión recibida y solicitar ayuda. Sin embargo, la respuesta fue insólita: le respondieron que debía  presentarse personalmente en la comisaría, desestimando la gravedad del conflicto. Este hecho pone en evidencia la falta de atención efectiva y la connivencia con privados ante la violencia sufrida por comunidades indígenas en la zona.

Antecedentes de un conflicto persistente

En febrero pasado, Rogelio Alvarado y Fabiana Feliza Guerra ingresaron al territorio mapuche alegando un contrato de alquiler con el empresario Felipe Mayo, sin presentar documentación formal que lo respalde.  Cabe recordar que las tierras de comunidades indígenas son inalienables según la legislación vigente. Desde entonces, las acciones de Alvarado han escalado en violencia, incluyendo el corte de alambres, la destrucción de carteles comunitarios y la introducción de animales en áreas protegidas de la comunidad. Uno de los episodios más graves fue el porte de armas de fuego, hecho que culminó con la detención de Alvarado por Gendarmería Nacional e imputación por portación de armas.

Impacto en la comunidad y medidas de protección

Las acciones de Alvarado han causado daños irreparables, como la muerte de un potrillo en una aguada comunitaria, lo que generó denuncias formales por parte de la comunidad. Agustina Gafe de Nahuel de 84 años, una de las víctimas de estas hostilidades, obtuvo medidas de protección judiciales, como la restricción de acercamiento de Alvarado y Guerra en un radio de 400 metros, subrayando la necesidad de proteger el género en contextos de violencia estructural. Sin embargo, las recientes amenazas de muerte  a miembros de la comunidad demuestran que estas medidas son insuficientes.

La voz de Nestor Nahuel

“Nuevamente tenemos que aguantar atropellos y amenazas de muerte por parte de Rogelio Alvarado hacia mi hermano, diciendo que lo cortará en tiras y lo tirará para que lo vea nuestra madre. Desde 1902 estamos en la comunidad, con título que abarca desde el lote 1 en la zona de Facundo hasta Paso Moreno, donde viven más de 40 familias. Aquí permanecen las taperas y arboledas, además de nuestro espacio ceremonial y el cementerio donde descansan nuestros peñi (hermanos) y lamngen (hermanas).  

Bajo La Cancha era una zona tranquila. Sin embargo, en los años 1945 llegaron los terratenientes Pablo y Antonio Mayo, quienes, a fuerza de tiros y violaciones a mujeres, se adueñaron de los mejores espacios, arrebatando lugares con agua y buen pasaje. Alambraron el territorio y echaron a los habitantes, dejando únicamente a unas pocas familias: Quintilaf-Curipán, Sandrini-Guzmán, Ancapi-Ortega y Nahuel-Gafe.  

El 12 de febrero, llegó a la Comunidad Epulafken un intruso llamado Rogelio Alvarado. Este individuo cortó los alambres y, en un camión, introdujo vacas, caballos, chivas y ovejas, dejando en la pampa 18 fardos de lana con etiquetas de “Estancia Laguna Palacio”. Además, violó una orden perimetral y emitió amenazas de muerte.  

Por lo que nos pueda llegar a suceder, ese señor será el único culpable. Urge que las autoridades actúen pronto antes de una desgracia, teniendo en cuenta que nuestra madre tiene más de 84 años. Las denuncias están en la fiscalía de Sarmiento. Por favor, compartan.”

Una historia de resistencia territorial

La Comunidad mapuche Epulafken – Bajo La Cancha habita en el lugar desde fines del siglo XIX. Las familias ancestrales han convivido con la tierra, realizando actividades agrícolas y ganaderas sostenibles. La zona alberga espacios sagrados, como el ceremonial camaruco y el cementerio donde descansan hermanos y hermanas de la comunidad. Hoy, esta comunidad enfrenta una amenaza constante por parte de terratenientes como Mayo y Alvarado, quienes buscan apropiarse del territorio utilizando la violencia.

Ante la escalada de amenazas y violencia, los integrantes de la Comunidad Epulafken  advirtieron que, si no se actúa rápidamente, podría haber consecuencias trágicas. La situación pone de manifiesto la vulnerabilidad de las comunidades indígenas frente a intereses económicos y la complicidad del Estado provincial ante la ausencia de políticas que garanticen el respeto a sus derechos.

📷 Roxana Sposaro



Deja un comentario