Masiva marcha en Neuquén: “tenemos que unir las luchas”
Encabezada por la Confederación Mapuche de Neuquén y las las comunidades Newen Kura, Fvta Xayen, Kelv Kura y Ragilew Cárdenas, la manifestación reunió a referentes indígenas, organizaciones de derechos humanos, sindicatos, colectivas feministas, jubilados, estudiantes y agrupaciones políticas de izquierda. La diversidad de voces coincidió en una misma consigna: “Unidad de las luchas contra la represión y el gobierno de las petroleras.”
Cuatro días después de una brutal represión policial contra comunidades mapuche en las puertas de la Casa de Gobierno de Neuquén, la ciudad fue escenario de una movilización histórica. Este 24 de julio, se calcula que más de 10.000 personas marcharon para exigir el reconocimiento legal de las comunidades, repudiar el accionar represivo y reclamar el fin de las políticas entreguistas en beneficio de intereses extractivistas.
La única forma de frenar el autoritarismo es con movilización
Jorge Nawel, lonko de la Confederación Mapuche, habló con Infoterritorial: “El gobierno de Figueroa, está inaugurando un ciclo de violencia política muy grave. La sociedad neuquina tiene que dar un mensaje muy poderoso, por eso venimos a dejar claro que la única forma de ponerle freno es la movilización.”
Nawel también apuntó contra el silencio de algunos sectores políticos ante la represión: “Lo que nos preocupa es que Figueroa está acompañado de un gran abanico de partidos, algunos de ellos de corriente nacional y popular, que no han dicho nada. Eso no es una alianza, es servilismo.”
Integrantes de la Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche en Río Negro también participaron de la protesta. Hugo Aranea, werken de la organización, fue contundente: “No necesitamos papeles para saber que existimos. El pueblo mapuche está presente, está vivo y va a pelear por su territorio y una vida digna.” Además, remarcó que la lucha de las comunidades en Neuquén, podría replicarse en Río Negro y Chubut ante el avance de los proyectos extractivistas en detrimento de sus territorios.

Unidad de las luchas
Los feminismos interseccionales pusieron cuerpo y voz en la marcha. Ruth Zurbriggen, de la Colectiva Feminista La Revuelta, denunció la violencia racista y sexista del operativo del 20 de julio, donde varias mujeres fueron detenidas y violentadas por policías varones: “La saña contra mujeres, niños y niñas fue brutal. Esta es nuestra respuesta a sus planes de saqueo: nos organizamos, salimos a la calle, seguimos uniendo las luchas.”
Zurbriggen consideró que con la represión intentaron disciplinar a quienes reclamen por sus derechos, pero lograron el efecto contrario: “Me parece que no se dan cuenta que justamente en este país las mujeres, las disidencias organizadas, venimos demostrando nuestras fortalezas para juntarnos, para salir a la calle.”
También se hicieron presentes los Jubilados Insurgentes de Neuquén. Juan Ignacio Justiniano expresó: “El gobierno de Milei es un gobierno criminal, genocida, porque primero nos quita el salario y después los medicamentos.” Justiniano señaló que, a partir de asistir a la asamblea multisectorial convocada por la Confederación Mapuche, pudo darse cuenta de muchas coincidencias con el pueblo mapuche y con otros sectores que asistieron: “Yo creo que este es el momento, y a lo mejor se va a construir una unidad entre el pueblo nación mapuche y los trabajadores argentinos.”
El protocolo represivo
La multitud culminó su recorrido frente a la sede del Ejecutivo provincial, exigiendo el cumplimiento de compromisos asumidos en 2023, la entrega de las personerías jurídicas a las comunidades Newen Kura, Fvta Xayen, Kelv Kura y Ragilew Cárdenas y la renuncia del ministro de gobierno, Jorge Tobares.
Unos pocos efectivos de la policía provincial observaron la protesta pacífica desde una distancia prudente. Ni siquiera se vieron agentes ordenando el tránsito. Como suele sucederle a la ministra Bullrich en CABA, cuando manifestaciones rebalsan en masividad, la magnitud de esta convocatoria impidió cualquier intento de aplicar protocolos represivos. Una vez más, la organización y la solidaridad popular frustraron la posibilidad de una nueva represión.

Sobre el final de la marcha, el werken Lef Nawel compartió su intervención: “Es un día histórico para la lucha del pueblo mapuche, para repudiar la represión, para defender el derecho a la protesta y el derecho al agua. Hoy, le decimos a Figueroa que el pueblo mapuche está de pie y más fortalecido que nunca. Pero no solo le estamos hablando a él, le estamos hablando a quienes realmente gobiernan esta provincia: Horacio Marín de YPF, Paolo Rocca de Tecpetrol, los Mindlin de Panamerican Energy. El pueblo está de pie, rebelde, defendiendo la tierra, el agua y el futuro.”
“Lef denunció que la causa judicial que pesa sobre las personas detenidas durante la represión, acusadas de ‘coacción’, busca criminalizar el ejercicio del derecho a la protesta. En este contexto, el futuro de estas acciones judiciales podría depender de la tensión entre decisiones políticas y la movilización popular.”
Finalmente, recordó: “Nos quedamos, resistimos, fuimos apaleados. Ese día éramos 60. Hoy somos 10.000 en la calle. Y no vamos a callarnos.” Insistió en unir todas las luchas —por los jubilados, la salud, los trabajadores estatales, por cada sector agredido— porque, como expresó con fuerza el vocero: “Un pueblo resignado es un pueblo muerto. Y nunca nos van a encontrar en la resignación.”
📷 Jaime Carriqueo
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