En Rosario repudiaron la imposición del “Día de la Raza”
A pesar del decreto vigente desde 2010, el Ejecutivo volvió a imponer una denominación colonial para el 12 de octubre. Organizaciones indígenas denuncian negacionismo estatal y exigen respeto, reparación y políticas concretas.
A pesar de que desde 2010 el 12 de octubre fue oficialmente renombrado como “Día del Respeto a la Diversidad Cultural” mediante el decreto presidencial N.º 1584/2010, el gobierno de Javier Milei volvió a referirse a esa fecha como “Día de la Raza”, reinstalando una denominación que evoca la lógica colonial y racista fundacional. La decisión, que ya había sido adoptada en 2024, se repite este año en la página oficial del Estado Argentino y en las comunicaciones institucionales, desoyendo el marco normativo vigente.
La Resolución 139/2025, publicada en el Boletín Oficial y firmada por el ministro Guillermo Francos, establece el traslado del feriado del 12 de octubre al viernes 10. Sin embargo, en el calendario oficial difundido por el gobierno, la fecha aparece como “Día de la Raza”, lo que representa un retroceso grave en materia de reconocimiento cultural y memoria histórica.

“No se crean el cuento, los pueblos indígenas no somos enemigos ni terroristas. Somos parte del pueblo argentino”, expresaron organizaciones indígenas en Rosario, durante una marcha realizada el 9 de octubre en la previa del contrafestejo del 12. La movilización, que culminó en el Monumento a los Caídos en Malvinas, reunió a comunidades originarias, colectivos afrodescendientes y organizaciones sociales bajo una consigna clara: “No al Día de la Raza, sí al respeto a la diversidad cultural”.
El comunicado leído en el acto denunció que el cambio de denominación no es una mera cuestión semántica, sino la expresión de un conflicto cultural profundo. “El 12 de octubre marcó el inicio del despojo, la explotación y el genocidio de los pueblos originarios. No basta con cambiar palabras en un calendario; necesitamos cambiar prácticas, representaciones sociales e imaginarios que siguen negando la historia real”, señalaron.
Desde una perspectiva histórica, el 12 de octubre no representa un “encuentro de culturas”, sino el comienzo de un proceso de conquista, colonización y exterminio que afectó profundamente a las formas de vida de los pueblos originarios. La evocación del 11 de octubre como “último día de libertad americana” y del 12 como “primer día de resistencia” busca resignificar la fecha desde la memoria y la lucha.
Las organizaciones convocantes —entre ellas Barrios Originarios, Fuerza Ancestral Indígena, Comunidades Constituyentes y Movimiento Renacer— reclamaron al gobierno nacional la urgente corrección del calendario oficial, exigiendo que se respete la denominación legal vigente del 12 de octubre como “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”. También demandaron la aplicación efectiva de las normativas que reconocen y garantizan la protección de la diversidad cultural en todo el territorio. Finalmente, instaron al Ejecutivo a abandonar las prácticas negacionistas y asumir un compromiso concreto con la erradicación del supremacismo y la violencia institucional que siguen afectando a los pueblos originarios.
“El respeto por la diversidad cultural no puede ser solo simbólico: debe traducirse en políticas públicas concretas, educación, territorio y justicia”, afirmaron. La deuda histórica con los pueblos originarios no se salda con declaraciones, sino con reconocimiento, reparación material e inmaterial, y participación efectiva en las decisiones que afectan a toda la sociedad.
En un contexto de creciente negacionismo estatal, la persistencia de los Pueblos Indígenas y afrodescendientes se reafirma como acto político y cultural. “Aunque se nos niegue oficialmente, seguimos persistiendo, con más fuerza que nunca. La memoria es la guardiana que la historia redimió”, expresaron.
Frente a un sistema que perpetúa desigualdades estructurales y discursos excluyentes, las comunidades originarias advierten: “No hay tres lados. O se lucha por terminar con este sistema, o se termina siendo cómplice de la injusticia”.
La disputa por el sentido del 12 de octubre continúa, “la lucha, sobre todo la disputa cultural es permanente”, concluyeron.
Documento completo
Hermanos y hermanas:
No se crean el cuento, los pueblos indígenas no somos enemigos ni terroristas. Somos parte del pueblo argentino, presentes en cada lugar donde se sueñe con un futuro que incluya a todos y promueva un buen vivir para los pueblos.
El debate sobre el 12 de octubre no es solo una cuestión de nombres o de leyes, sino un conflicto cultural profundo que atraviesa nuestras comunidades preexistentes y persistentes, la sociedad y el propio Estado. No basta con cambiar palabras en un calendario; necesitamos cambiar prácticas y representaciones sociales, imaginarios y discursos que siguen negando la historia real: el 12 de octubre marcó el inicio del despojo, la explotación y el genocidio de los pueblos originarios.
El respeto por la diversidad cultural no puede ser solo simbólico: debe traducirse en políticas públicas concretas, educación, territorio y justicia. La deuda con los pueblos originarios no se salda con declaraciones, sino con el reconocimiento, la reparación material e inmaterial que posibiliten la participación real en las decisiones que nos afectan a todos.
No hay diversidad cultural posible mientras existan políticas racistas, desigualdades estructurales y discursos que naturalizan la exclusión. Por eso exigimos:
Que se corrija de inmediato el calendario oficial que está difundiendo el actual gobierno nacional, para que garantice lo que corresponde: “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”.
Que se implemente el cumplimiento efectivo de las normativas y de las reformas constitucionales que reconocen y protegen la diversidad cultural.
Que el gobierno abandone las prácticas negacionistas y asuma el compromiso de erradicar el supremacismo y la violencia institucional.
El 12 de octubre no es un día para celebrar la conquista ni para perpetuar el colonialismo. Es un día para honrar la memoria de quienes resistieron y siguen persistiendo, para reconocer las asimetrías que subsisten y para exigir un presente y un futuro con igualdad y respeto.
Recordemos que el reconocimiento legal y el registro no hacen a un pueblo. Aunque se nos niegue oficialmente, seguimos persistiendo, con más fuerza que nunca. La memoria es la guardiana que la historia redimió.
Esta problemática no afecta únicamente a nuestros pueblos indígenas y afrodescendientes; tiene que ver con la integridad humana y con la posición que cada uno adopta frente a un sistema racista y excluyente. No hay tres lados,o se lucha por terminar con este sistema o se termina siendo cómplice de la injusticia.
Exigimos respeto, reconocimiento y hechos concretos. La lucha, sobre todo la disputa cultural es permanente.
Organizaciones indígenas convocantes.
Barrios Originarios
Pueblos Persistentes
Fuerza Ancestral Indígena
Comunidades Constituyentes
Movimiento Renacer
Concejo de Coordinación
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