Una de cal y una de arena para la Biblioteca de la Estación en Fiske Menuco

A pesar de que la abogada defensora Victoria Naffa Prieto solicitó el sobreseimiento de las ocho personas acusadas de usurpar las instalaciones donde funciona la “Biblioteca de La Estación” en Fiske Menuco, la jueza de garantías María Gadano decidió avanzar con la criminalización. Por otro lado, las partes acusadoras volvieron a pedir como medida cautelar el cierre de la biblioteca y el permiso de ingreso de personas para hacer refacciones en el lugar, la jueza rechazó estas solicitudes. 

La audiencia de reformulación de cargos contra los ocho integrantes de la Asamblea por la recuperación de la “Biblioteca de la Estación” de Fiske Menuco se llevó adelante desde el mediodía del 20 de septiembre pasado en la ciudad judicial del Municipio de Gral. Roca, Río Negro, extendiéndose por varias horas hasta la media tarde. 

Aunque para la defensa las fiscalas Belén Calarco y Victoria Bou Abdo no pudieron probar el delito de usurpación, en lo que sé podría decir una verdadera desprolijidad en las acusaciones, con fechas que no son las que se informaron en la anterior audiencia, sin dejar en claro tampoco desde cuándo el municipio tomó posesión del espacio para luego acusar a los integrantes de la asamblea de usurpadores, un verdadero mamarracho jurídico, aun así, la jueza María Gadano dio lugar al pedido de reformulación de cargos.

En este contexto, la defensa desenredó la maraña que expusieron las partes acusadoras, considerándola sin sustento jurídico y señalando la trama de connivencia que existe entre el poder ejecutivo municipal y las representantes del Ministerio Público Fiscal, quienes a pedido de la intendenta María Emilia Soria avanzaron en la denuncia penal. En esta línea, el representante legal del municipio, Luis Daniel Giacopino, se limitó a adherir a todo lo expuesto por la fiscalía cada vez que la jueza le dió la palabra.

“La discusión fue no solamente técnica sino también política, quedó demostrado para nosotros que ellos están utilizando esta causa claramente para mantener cerrada la biblio y criminalizada  porque no tenían nada nuevo para alegar. Hicieron modificaciones que no ameritaban una reformulación y aún así la jueza convalidó de que avancen a la siguiente etapa, que es la de control de acusación, más cerca de un juicio oral”, expresó la abogada Naffa Prieto

El derecho a la cultura

La jornada de protesta pacífica en las puertas de la ciudad judicial para acompañar a los imputados, comenzó sobre el medio día con un “ayekan”. Alertados por la convocatoria pública, un rato antes desde la sede judicial se decidió bajar la reja de ingreso y se instaló una guardia policial.

Dentro del recinto, un momento clave fue el testimonio que brindaron dos de los imputados. Mauro Huenchul, psicólogo social y parte de la asamblea de la biblioteca, hizo referencia a la política represiva y racista de la municipalidad que busca el desalojo de un espacio autogestivo y comunitario único en la ciudad. Destacó que allí dos comunidades mapuche, Elel Quimun y Kalfu Kume Monguen, vienen realizando talleres de platería, hilado, lawen y fotografía desde hace un tiempo. También denunció que el municipio en su página oficial, continúa afirmando que el “Grupo de Educación Autónoma Mapuche Menoko Newen” usurpó las oficinas administradas por la misma, violando el principio de presunción de inocencia de los imputados. Además, señaló que con estas acciones se busca destruir el tejido social que allí se viene construyendo desde hace doce años.

Otro de los testimonios fue el de Rina Marzialetti quien, muy conmovida y entre lágrimas, afirmó que ocupa un lugar en la biblioteca como tallerista de teatro libre y gratuito, porque considera a esta disciplina fundamental para el bienestar y la salud de mucha gente. En este sentido, expuso que a ella el teatro le salvó la vida y que por eso brinda su tiempo y conocimiento para otras personas. Con la voz quebrada expresó no comprender por qué se insiste en el desalojo del lugar.

La decisión de la jueza Gadano de rechazar las cautelares alentó a los asambleístas imputados, que expresaron que esta decisión le dejó “un sabor a victoria” y reafirmaron la necesidad de seguir generando encuentros culturales sobre el andén de la biblioteca para toda la comunidad. No obstante, dar lugar al pedido de reformulación de cargos solicitado por la fiscalía y la querella dio lugar a que el proceso criminalizador continúe avanzando, lo cual advierte una preocupante situación que los obliga a no bajar los brazos y a seguir luchando no solamente por el espacio cultural, sino también por los derechos y la libertad de sus integrantes.

Texto y fotos: Jaime Carriqueo



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