Otro avance sobre territorio Mbya sacude a la Comunidad

Nuevo intento de usurpación en Mbokajaty, San Ignacio

“Estamos pendientes para proteger nuestro territorio, no queremos que nos usurpen más. La policía nunca está de nuestro lado, nos dicen que eso no es nuestro. Estaremos siempre unidos cada día para que no se instalen ahí”, afirmó Javier Villalba, miembro de la Comunidad.

Otra vez Tekoa Mbokajaty, en San Ignacio, sufrió una intrusión en su territorio, relevado dentro de la Ley 26.160. Los miembros de la Comunidad relataron lo vivido durante estos últimos días, en los que no faltaron las agresiones, la discriminación, presiones y amenazas.

“Una señora vino a instalarse sin aviso, sin consulta, donde estábamos limpiando para armar una casita para la abuela”, comenzó relatando Villalba.

Al encontrarse con la escena de una familia entera intentando instalarse en el lugar, las mujeres Mbya fueron a dialogar de manera pacífica con ellos, explicándoles que ese territorio les pertenece de manera legítima y que están amparados por leyes nacionales, tratados internacionales y la Constitución Nacional, pero no fueron escuchadas.

Por tal motivo, el Mburuvicha, Bernardino Villalba, radicó una denuncia en la comisaría local y una ampliación de la misma dejando claro que quiere que se retiren de su territorio, ya que la familia comenzó a llevar más pertenencias, incluso llevaron perros peligrosos.

“Hoy a la mañana vino la Policía, se pusieron medio agresivos, dicen que el lugar es público y que el municipio le puede dar eso a la señora, mientras que también hay un señor que dice que es el propietario”, indicó Javier, desconcertado ante las contradicciones.

En un video, se escucha a los uniformados acusar a miembros de la Comunidad de ser ellos los usurpadores. “Esto es del señor, ¿por qué ustedes vienen a irrumpir? Está bien que ustedes tienen sus ‘ideales antiguos’, pero están irrumpiendo esta propiedad”, se escucha en la grabación. También ponderan la “generosidad” del supuesto propietario, por dejarlos estar ahí. Y sobre el final se oye una clara amenaza: “Si él los denuncia, a ustedes hay que desalojarlos y meterle preso al cacique”, una clara amenaza que no corresponde con la función policial.

Mientras tanto, un funcionario de Acción Social de la Municipalidad, César Ramírez, intercambió mensajes de texto con el Mburuvicha, pero no se presentó en el lugar para mediar la situación.

Está clara, nuevamente, la violación a los derechos indígenas, la inoperancia de los efectivos policiales y entidades estatales, quienes operan con total desconocimiento de causa, en algunos casos, y en otros con malicia y permisividad para con los usurpadores. Se pretende imponer una imagen criminalizadora y estigmatizadora de los Pueblos Indígenas, pero no se pueden pasar por alto las leyes nacionales, los tratados internacionales y la misma Constitución Nacional, herramientas legales que fueron hechas para protegerlos.

Equipo Misiones de Pastoral Aborigen



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