Autovía de Punilla: la comunidad Las Tunas lucha por sus tierras
Escribe Anabella Antonelli (La Tinta)
La comunidad indígena de Cosquín Las Tunas, del pueblo camiare-comechingón, enfrenta dos juicios de expropiación de sus tierras para la construcción de la Autovía de Punilla. En ese contexto, el próximo sábado 19 de agosto presentarán allí el libro del historiador Pablo Reyna, que visibiliza la presencia indígena en el lugar desde la conquista e invasión, y sus derechos sobre el territorio, hoy vulnerados.
“No son tiempos fáciles para los pueblos indígenas que habitamos el territorio cercado que hoy se nombra como Argentina. Es más, desde la llegada del winca, no hemos tenido muchos respiros». Las palabras de Laura Misetich Astrada, mujer camiare de la Comunidad Comechingón Canchira, abren el libro Entre renaceres, autovías y títulos comunitarios de tierras. Una aproximación a la historia indígena de Cosquín (1573-2023), del historiador Pablo Reyna, miembro de la Comunidad Timoteo Reyna. El material, coeditado por la Universidad Provincial de Córdoba y el Centro de Investigación del Instituto de Culturas Aborígenes, permite develar los derechos de las familias indígenas coscoínas sobre las tierras que hoy están en disputa para la construcción de la Autovía de Punilla.
Jesús Díaz es parte de la Comunidad Las Tunas, quienes enfrentan dos procesos judiciales de parte de Caminos de las Sierras, empresa de mayoría estatal. En conversación con La tinta, explicó que “el primer juicio quiere expropiar tierras de varias familias que figuran en los registros provinciales a nombre de la Comunidad». Al otro juicio, ambos tramitados ante el Juzgado Civil y Comercial de Cosquín, «directamente lo inician contra una de las familias. En las dos causas, el juez a cargo negó la legitimación procesal de la Comunidad, restringiendo el acceso a la justicia para la defensa de nuestros derechos», sigue Jesús.
Además, se sumaron a una medida cautelar iniciada por otras entidades para la protección de los registros arqueológicos y el ambiente. «El paso de esta autovía, que consideramos ilegal y de la que nunca nos consultaron, atraviesa el territorio de nuestra comunidad y nos afecta de sobremanera. Nos cambia el estilo de vida porque nos quita mucho terreno que se utiliza para la agricultura y la ganadería familiar, que es el sustento de las familias -explica-. Cambia nuestro estilo de vida, tenemos que hacer cambios rotundos para adecuarnos a la nueva disposición, ya sea de entradas o salidas de caminos, la obtención del agua, cosas que no son contempladas en este proyecto de autovía».
En el libro que se presentará el sábado 19, Reyna busca visibilizar la presencia indígena en el territorio desde la conquista e invasión, analizando cómo se fueron generando derechos sobre las tierras en disputa. «Hay derechos que son ancestrales y que nos corresponden por ser pueblos preexistentes, pero hay derechos que se generaron durante la colonia por el mismo sistema administrativo colonial -explica el historiador-, porque a la colonia le hacía falta gente para que trabaje, entonces crea pueblos de indios o pueblos de reducción, lo que garantiza derechos como así también la supervivencia. En este caso, al pueblo de indios de Cosquín se le asignan tierras en 1694 ante la visita del oidor Antonio Martínez Lujan de Vargas».
En 1817, un año después de la independencia de las Provincias Unidas del Río de La Plata, la gente de Las Tunas, cansada de los avances sobre el territorio, compra sus propias tierras a la orden religiosa de los Padres Belermos y, aunque a fines del siglo XIX el liberalismo de Juárez Celman le cercena aún más el territorio, ellos quedan ahí con el título de tierras comunitarias de 1817, «algo inédito en Córdoba», explica Reyna y agrega: «Cuando va a pasar la autovía, las familias dicen ‘nosotros estamos acá hace rato’, se empiezan a organizar como comunidad y se dan con la existencia de ese título, aunque por tradición ya sabían que las tierras les pertenecían. Eso es un gran impulso para todo lo que se llama el proceso de recomunalización».
El libro recupera, además, «la agencia política que ha tenido la comunidad de indios de Cosquín, porque, en relación a ciertos imaginarios que siempre nos han pensado como seres pasivos, por el contrario, en Cosquín, en algunas coyunturas, la gente llevó adelante prácticas políticas en las que subyace una noción política camiare de larga duración, bien particular de este pueblo, que permitió defender el territorio -sigue el historiador-. Esa dimensión política está siempre invisibilizada; cuando se habla de los comechingones, siempre se dice ‘hacían las vasijas’, ‘vivían en casas pozos’, ‘tenían una conexión con el sol’. Sí, pero la dimensión política es la que falta en ese tipo de abordaje».
«La presentación de este libro es una buena manera de hacer más visible y pública la situación y cómo nos están tratando, porque somos ninguneados por el Estado y la empresa. Con la presentación del libro, decimos acá estamos, sí existimos y les traemos un poco de nuestra historia, para dejar asentado y reflejado de dónde venimos, quiénes somos de acuerdo a los títulos que hay, la descendencia de los vecinos, los apellidos que se van manteniendo en la zona a través del tiempo, para hacer visible que estamos, que somos comunidad y que nos vemos fuertemente afectados», afirma Jesús.
La presentación del libro Entre renaceres, autovías y títulos comunitarios de tierras. Una aproximación a la historia indígena de Cosquín (1573-2023) y el conversatorio con la Comunidad Las Tunas se llevará a cabo el sábado 19 de agosto a las 10:30 h en la casa de Natividad Altamira, autoridad ancestral, en el Paraje Las Tunas, Cosquín.
Publicación original: La Tinta