Reconocimiento histórico para la Comunidad Comechingón Ctalamochita
El 16 de enero pasado la Comunidad Comechingón Ctalamochita recibió, por parte del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), la Carpeta Técnica de relevamiento técnico-jurídico-catastral. Esta documentación, entre otros aspectos, acredita la posesión actual, tradicional y pública del territorio que habitan.
El logro se enmarca en la Resolución 205/2023, emitida por el INAI y la Ley Nacional 26.160, que declara la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas originarias. Cabe destacar que la resolución es anterior a la asunción de la nueva gestión presidencial y que en el sitio oficial argentina.gob.ar no se observan disposiciones del INAI desde el 6 de diciembre pasado.
En comunicación con Infoterritorial, Héctor Osvaldo Tulián, Casqui Curaca (autoridad tradicional) de Ctalamochita, mencionó que son 60 familias las que componen la comunidad urbana. A su vez, informó que el reconocimiento de la propiedad comunitaria también llegó a la Comunidad Quisquisacate, la Comunidad Kasik Sacat y la Comunidad de Del Campillo; pertenecientes respectivamente a los Pueblos Comechingón, Sanavirona y Ranquel,“ tres pueblos reconocidos por el INAI como originarios preexistentes a la provincia de Córdoba”, agregó.
Un logro histórico de la comunidad
Descendiente de octava generación del Cacique Francisco Tulián, líder comechingón habitaba el lugar hoy conocido como San Marcos Sierras, Héctor nos contó que en el siglo XVI, esa zona había sido entregada en encomienda a los conquistadores españoles. No obstante, las explotaciones agrícolas del lugar fueron abandonadas por los encomenderos y las comunidades indígenas solicitaron la devolución de sus territorios. El 17 de marzo de 1806, el Marqués de Sobremonte accedió a la petición y el cacique Francisco Tulián, recuperó la posesión del territorio comechingón.
Para 1870, con las campañas militares de Lucio V. Mansilla, las comunidades del territorio serrano fueron desplazadas para dar paso a la imposición de proyectos económicos y la urbanidad. Así, llegaron a estos días, relata Héctor: “ Somos como una comunidad urbana, estamos arraigados en la sociedad porque trabajamos en distintos espacios, dentro de asociaciones, colaboramos en la cultura. Todas las grandes decisiones se toman en asambleas comunitarias basadas en sus principios y en sus lugares y ceremonias sagradas”. ”
“Que sepan que nuestro pueblo siempre estuvo presente, en lo que se ha censado en los últimos años se ha comprobado que hay más de 600,000 descendientes indígenas ”
Tulián fue Director de Asuntos Indígenas del municipio de Villa María, hoy se encuentra a cargo de la dirección de Prensa y Difusión del Consejo Provincial Indígena de Córdoba, que es un organismo que forma parte del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia. Desde su función sostiene la necesidad de hacer valer institucionalmente los derechos indígenas y argumenta “Aunque usted no lo crea, hoy en día todavía sigue existiendo la discriminación y por ahí oculto un genocidio sistemático, desterrando a nuestros hermanos de sus antiguos territorios por no tener escritura, porque todavía tienen cedulas reales y con eso el Estado los corre.”
En este sentido, alentó a los diferentes Pueblos y sus comunidades a organizarse y hacer valer su preexistencia ante el Estado. “Que realicen los trámites por las personerías jurídicas, es fundamental“, aconsejó y reflexionó: “ A nuestros hermanos de otros pueblos, en el norte por ejemplo, le sacan las tierras, entonces el relevamiento es una forma de protegernos”, y reforzó: “Hoy son los intereses de otros países, como la búsqueda del petróleo y el litio. Esta ley 26.160, que quieren sacar, va detrás de ese resguardo de los derechos, de la ancestralidad y del territorio”
Finalmente, el Casqui Curaca analizó el contexto político: “Si bien ha entrado un gobierno que aparentemente no quiere saber nada con la política indígena y su intención es derogar la 26.160, los pueblos en Córdoba creemos que es el momento de que sea una ley fija, que no esté siempre prorrogándose y que estemos padeciendo o cortando clavos, como dice criollo, de que se caiga y nos avasallen todos los derechos que tenemos. Lamentable es una lucha constante, pero no bajamos los brazos “