Continúa la contaminanción sobre el territorio de la comunidad Nahuelpan

El territorio de la Comunidad Mapuche Tehuelche Nahuelpan sigue contaminado con miles de bolsas y residuos producidos en los municipios de Esquel, Trevelin y el Parque Nacional Los Alerces.

El boquete se encuentra geográficamente en una zona donde el ecosistema del lugar se denomina ecotono, es la transición entre el bosque andino patagónico y la estepa patagónica. Un territorio habitado históricamente por la Comunidad Mapuche Tehuelche Nahuelpan, donde conviven cientos plantas nativas arbustivas, fauna y seres humanos. 

Desde hace muchos años que este sistema ecológico se ve gravemente afectado por toneladas de bolsas, papeles, cartones, microplásticos, colchones, hasta bolsas mortuorias y cualquier otro residuo volátil que se pueda imaginar, desatando un escenario catastrófico para el hábitat de los seres vivientes del lugar. 

¿Quién es el responsable de este desastre ambiental?

En el año 2009 el Municipio de Esquel instaló la “Planta de tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos” en el territorio lindante a la comunidad originaria. Esta decisión se llevó a cabo sin realizar debida Consulta Previa, Libre e Informada, como así lo marca el Convenio Internacional 169 de la O.I.T (Organización Mundial del Trabajo) incorporado a la Constitución Nacional en la reforma del año 1.994. La misma recibe los residuos producidos por los habitantes y empresas de Esquel, Trevelin y el P.N. Los Alerces. 

Una vez instalada y en pleno funcionamiento, manejada por la empresa GIRSU- Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos , recibiendo a diario un promedio de 20 camiones completos de basura, no realizaron los trabajos correspondientes para evitar la voladura de bolsas a tierras vecinas ni prevenir cambios negativos en el ambiente con las toneladas de nylon que es el principal material contaminante.

Luego de diferentes acciones de reclamo, la empresa, ya una vez desatado el desastre, comenzó con el trabajo del juntado de lo volado, pero se  realizó solo una etapa, dejando a medias la acción y así, agravando el problema de base.

Una de las últimas tareas realizadas por el municipio y la concesionaria, fue contratar personal para la recolección de las bolsas en los terrenos lindantes. Se introdujeron dentro de bolsones grandes para después retirarlos en camiones, cosa que nunca sucedió. El trabajo se hizo por la mitad, los bolsones se rompieron por estar una año al intemperie y las bolsas volvieron a revolotear, sumándose a las nuevas voladuras y a las diarias transformando el paisaje natural en algo surreal y apocalíptico.

“Los alambrados caídos por el peso, los trabajos realizados quedaron a mitad de camino, ahora esto está peor que antes. Si mi padre viera el campo invadido por bolsas y este paisaje tan triste… Cuánta razón tenía cuando nos decía que tengamos cuidado con el winka mal intencionado” Comenta con los ojos llenos de tristeza Don Felipe Suarez, un habitante mapuche tehuelche de ese territorio.

Un problema que lleva muchos años.

Las familias mapuche-tehuelche que lindan con el basural, llevan más de 14 años reclamando y denunciando la contaminación de sus campos, de las aguadas y de todo un ecosistema fundamental para su cosmovisión y para el desarrollo económico que realizan mediante la crianza de animales como lo vienen haciendo desde tiempos antiguos como medio de vida. 

Luego de recibir el resultado positivo en un estudio del agua, realizado por peritos de la Policía Federal en Octubre del 2021, el cual arrojó metales pesados como cobalto, níquel e hidrocarburos, el 13 de Junio del año 2022 integrantes de Nahuelpan, junto otras comunidades y referentes, realizaron un corte total en la ruta de ingreso a la Planta de Tratamientos de Residuos Sólidos, conocido como el basural municipal. La acción se llevó adelante durante varios días y como reclamo principal se solicitó el cierre inmediato de la planta y el traslado de la misma. También se exigió, las intervenciones del intendente de ese momento, Sergio Ongarato, de los ministro de ambiente de la Nación y de la provincia, Juan Cabandié y  Roberto Jure respectivamente ya que el secretario de ambiente del municipio, Sergio Holman, no dio respuestas ante pedidos anteriores.

Tras negociaciones y finalmente con la presencia del ministro de Ambiente de la provincia y del intendente de la ciudad en el lugar, se obtuvieron como resultado la escucha al pedido en unas futuras mesas de diálogos que pactaron las partes. 

Las mesas de diálogo y los resultados.

La primera mesa se realizó un día después de levantado corte, a la misma asistieron todos los funcionarios donde trataron el conflicto. El Municipio se comprometió a cerrar y trasladar la planta en el término de 6 meses. Además, acordó asistir y distribuir agua potable para las personas y para los animales.

En la siguiente mesa, faltó el Secretario de Ambiente Municipal y el intendente de ese momento Sergio Ongarato, llegó tarde. Finalmente, para la tercera y última mesa no asistió ninguna de las autoridades municipales convocadas,llamándose al silencio completamente. 

“Las fechas estaban propuestas de antemano y desde el municipio fueron corriendo las fechas hasta que quedamos en las pactadas y a la última no se presentaron, ahí mostraron la voluntad de ellos, hay un acuerdo firmado y no están cumpliendo. Pasó un año y no avanzaron en nada” declaraba una integrante de la comunidad en una marcha realizada a un año del corte de la planta.

En septiembre del 2024 y pasados dos años y tres meses de este reclamo, con un acuerdo firmado de por medio y la contaminación continua, no hay miras de una solución definitiva ante la postura del actual intendente Matías Tachetta. 

“Tenemos que mantener el diálogo, pero es imposible trasladar la planta”(..)Estamos trabajando con Trevelin y Los Alerces para mitigar la cantidad de toneladas de basura que entra a la planta y estamos invirtiendo para el armando un nuevo módulo” , fueron algunas de las declaraciones a la prensa local, por parte del intendente de la ciudad.

¿Qué hacemos como ciudadanos ante este problema?

Como habitantes de Esquel, Trevelin y P. Nacional Los Alerces ¿Nos preguntamos dónde van nuestros residuos? ¿Qué pasaría si la basura en vez de llevarla a la planta, la tirarían en el fondo de nuestras casas? ¿Por qué no exigimos que las cosas se hagan bien?

Tenemos un montón de preguntas, pero creo que ya es momento de hacernos cargo y encontrar las respuestas. Como pueblos defensores del agua debemos exigir a las autoridades correspondientes que se ponga fin a este atropello a la naturaleza y garantizar a las personas de la comunidad, el derecho humano de vivir en un ambiente sano.

Texto y fotos: Nicolás Palacios



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