Restitución de Liempichun, otro anuncio incumplido
En mayo de 2022 el Estado de Francia aceptó formalmente restituir los restos del Gigante Liempichun, hijo del Cacique Tehuelche Teutrif Liempichun y sobrino del Cacique Sakamata. Luego del encuentro entre los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Francia, Emmanuel Macron, las autoridades argentinas anunciaron la “promesa” como un logro de gestión de la Cancillería Argentina. Sin embargo, al día de hoy la restitución no se ha concretado.
La solicitud fue presentada en 2015 por sus descendientes, con el apoyo de gran cantidad de comunidades mapuche tehuelche de la provincia de Chubut. El Programa Nacional de Restitución de Restos Humanos Indígenas de la Dirección de Afirmación de los Derechos Indígenas del INAI, a través de Cancillería, junto con los ministerios de Asuntos Exteriores y de Cultura de Francia, debían coordinar para concretar el fallido viaje de los restos del Gigante Liempichun.
“Para nosotros la restitución es un acto de reparación histórica y un proceso donde nosotros mismos nos vamos reconstruyendo como pueblo”, señala Cristina Liempichun, descendiente y werken de la Comunidad Sakamata Liempichun. También detalla que hasta el año 2022 hubieron reuniones entre representantes de los dos países, pero sin convocar a los descendientes y las comunidades, enfatizando el incumplimiento del derecho constitucional a la consulta previa libre e informada. Debido a que no había contestación formal, la Comunidad decidió, a través de su werken, viajar a Buenos Aires. “Fuimos a la embajada de Francia y nos atendieron desde el portón, no nos permitieron el acceso “
Sonia Ivanoff, abogada y representante legal de las comunidades, sostiene: “Las restituciones, en este caso una repatriación internacional, hacen a la memoria de los pueblos. El gran ausente acá es el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, a pesar de que es el ente que por ley debería representar a las comunidades indígenas. Tanto Argentina como Francia no están dando información.”
Exponer los genocidios
Los restos del Tehuelche y su ajuar funerario estuvieron expuestos en el Museo del Hombre de París desde que el Conde francés Henry de La Vaulx profanó su tumba, a finales del siglo XIX, hasta 2009. Hoy ya no están expuestos, pero siguen en manos de esa galería europea. La Vaulx recorrió la patagonia entre marzo de 1896 y julio de 1897, bajo directivas del Ministerio de Educación de Francia, para realizar un “estudio etnográfico” propio de la antropología colonial practicada por el país europeo. El Conde profanó y saqueó tumbas. Además, se apropió de joyas, minerales, metales, cerámicas, insectos, esqueletos de mamíferos y una importante “colección” de restos humanos de las comunidades originarias de la zona. A su vez, obtuvo fotografías de la experiencia, que luego documentaría en su diario “Voyage en Patagonie”, publicado en 1901. En ese libro, en un capítulo titulado “La cuisine macabre”, relató cómo luego de profanar la tumba, lo hirvió durante toda una noche porque los restos estaban aún frescos y no podía llevárselos en ese estado.
En el mismo al capítulo reproduce un diálogo entre un integrante de la comunidad originaria y La Vaulx: “Tu has hecho cocer a mi primo. ¿Qué hacés con nuestros huesos? [ …] los pondré en Francia dentro de una bella vitrina, en un gran templo que se llama Museo, donde una multitud de visitantes vendrá a admirarlos. Estarán mucho mejor ahí que bajo la tierra”.
Hacia fines del siglo XIX, la antropología cumplió un importante rol en el genocidio de los Pueblos Originarios, aportando concepciones académicas racistas que permitieron construir la idea de salvajismo e inferioridad, y así justificar los genocidios fundantes que se cometieron con el fin anexar territorios a los nuevos Estados.
Cristina Liempichun y Sonia Ivanoff durante las III Jornadas Nacionales sobre Derechos Culturales y del XII Encuentro Internacional de Derechos Culturales, organizados por el Grupo de Estudios de Derechos Culturales de Argentina y el Grupo de Estudos e Pesquisas em Direitos Culturais de la Universidad de Fortaleza (Brasil) realizados en septiembre de 2023 en Comodoro Rivadavia. Foto: Marcelo Hernandez
Cristina Liempichun apela a la memoria: “A partir del genocidio que cometió el Estado argentino en la campaña del desierto, nuestros pueblos fueron repartidos en distintos territorios; mi familia lamentablemente fue parte de ese proceso. Mis ancestros estuvieron más de trece años en los campos de concentración en Valcheta, entre éstos los familiares directos, su padre, su madre y hermanos del gigante Liempichun. De esto existen registros históricos, como los partes militares”
El Museo de Ciencias Naturales de La Plata es otro de los tantos edificios que mantuvo en exhibición los “Trofeos de Guerra”. En diciembre de 2021 fue promulgada la Ley 25.517 que establece que deberán ser puestos a disposición de los pueblos indígenas y/o comunidades de pertenencia que lo reclamen, los restos mortales de aborígenes, que formen parte de museos y/o colecciones públicas o privadas. Sin embargo, no es hasta 2006 cuando las autoridades del Museo de La Plata retiraron de exhibición todos los restos humanos de origen americano, e iniciaron políticas de restitución. (1)
Ivanoff resalta la importancia de que se mantenga en agenda y se dé una respuesta a los reclamos de los pueblos originarios: “Argentina está en un punto, en el contexto de las próxima elecciones, en el que hay discursos que proponen un Estado totalmente negacionista, no solamente respecto a la cuestión de los desaparecidos de la última dictadura cívico militar, sino también negando la memoria y la preexistencia de los pueblos indígenas anterior a la conformación de los Estados“.
La restitución de los restos de las personas indígenas a sus comunidades es otra más de las deudas pendientes que acumulan los Estados frente a las reivindicaciones y derechos de los pueblos indígenas. La dignidad de los pueblos así lo reclama.
Foto de portada: Paola Liempichun. “Comunidad Mapuche Tehuelche Sakamata Liempichun”