Una bala que todos dispararon
Cuarta semana del juicio a cinco Albatros de Prefectura Nacional por el asesinato de Rafael Nahuel
.Las audiencias de esta semana fueron tirando abajo la teoría del “enfrentamiento” y dejando en evidencia que Rafael Nahuel Salvo fue asesinado cuando se encontraba en posición de huida ante la represión con balas de plomo por parte del Grupo Albatros de la Prefectura Nacional. Así lo confirmaron las declaraciones testimoniales del médico y los peritos que realizaron la autopsia. A su vez, quienes realizaron la inspección ocular en el lugar de los hechos, reafirmaron que todas las vainas anti tumultos y de plomo encontradas, pertenecían a fuerzas federales.
En la primera jornada de esta cuarta semana de juicio, el médico forense Leonardo Saccomanno relató que fue convocado por el Juez Villanueva y el Superior Tribunal de Justicia de Rio Negro para realizar la autopsia. La misma se llevó a cabo al día siguiente del asesinato de Rafa, en una morgue provisoria dispuesta en el garaje del hospital zonal de Bariloche. Junto a él participaron las licenciadas en Criminalística, Karina Uribe y Silvia Bufalini y dos colaboradores. Saccomanno confirmó que la bala entró por la espalda, de abajo hacia arriba, ingresando por la cadera y se alojó a la altura de la axila. La misma atravesó hueso, intestino, hígado y pulmones, lo que le produjo la muerte por hipovolemia, al perder más de cuatro litros de sangre, en pocos minutos.
Tres pericias, muchas dudas y algunas certezas
A continuación declaró Roberto Nigris, reconocido perito balístico y armero, profesor e instructor de tiro en las fuerzas, que estuvo presente durante la autopsia para buscar el indicio balístico. Además de realizar las pericias sobre el proyectil 9mm extraído del cuerpo de Rafa, luego fue convocado para realizar el cotejo de ese proyectil con las armas de los prefectos y sobre las más de 30 vainas de armas letales encontradas en el lugar de los hechos. “Pudimos identificar todas las vainas encontradas con sus respectivas armas”. Todas pertenecían a las fuerzas. Y, tal cual lo declaró Saccomano, confirmó que la bala ingresó de atrás hacia adelante, por el lado izquierdo de la cadera atravesando el cinturón, pantalón y ropa interior.
Karina Natalia Uribe, Licenciada en Criminalística, fue convocada por el Juzgado Federal el dia del asesinato de Rafa al lugar de los hechos, como asesora técnica del Gabinete de Criminalística de la Unidad Operativa del Ministerio Público Fiscal. Cuando llegó al lugar se le informó de un conflicto con dos detenidos y un fallecido. “Cuando llegamos una persona de las fuerzas lo estaba cuidando (al cuerpo de Rafa) y había una camioneta delante”. Fausto Jones Huala y Lautaro Gonzalez Curruhinca, quienes bajaron al cuerpo en una camilla improvisada, estaban ya “esposados” dentro de un móvil. Al momento de tomar las muestras los bajaron.
Nigris junto a Karina Uribe y Silvia Bufalini, participaron de la inspección ocular que el 7 de diciembre de 2017 se realizó en el predio de Villa Mascardi.
Los tres señalaron en sus declaraciones que subiendo por la montaña, a 400 metros aproximadamente de la ruta 40, encontraron vainas de cartuchos anti tumulto de la Policía Federal Argentina y que a partir de los 1000 metros hallaron vainas 9mm, muchas sobre el sendero de tierra.
En sólo 100 mts encontraron más de 30 vainas 9mm y un cartucho completo, detalló Nigris, quien también recordó que encontraron una lanza. Bufalini sobre ésta, declaró que tenía aspecto de ser usada para “fines rituales” ya que no tenía filo. A su vez, señaló que las vainas de 9mm estaban mayormente distribuidas en grupos.
La cantidad de vainas encontradas en altura y en un trayecto limitado a una zona de 100 mts, es otro de los indicios que refuerzan la teoría de la huida.
La primera pericia balística
Si bien los peritos desconocían a quién pertenecía cada arma (cada una estaba identificada con una letra), la pericia a cargo de Nigris dio un resultado unánime y específico. La bala dubitada, extraída del cuerpo de Rafael Nahuel, había sido disparada desde el subfusil MP5 marcado con la letra “B”.
El perito oficial realizó la primera pericia sobre la bala que mató a Rafa y la cotejó con las 23 armas secuestradas, a pedido expreso del Juez Villanueva, quien argumentó la solicitud en virtud de garantizar la “imparcialidad” en la tarea. El resultado, unánime de los participantes, fue la coincidencia entre la bala extraída en la autopsia con el subfusil mp5 asignado a Javier Pintos.
El cotejo se realizó haciendo yuxtaposición de imágenes, rotación, barrido, tomando medidas, peso y diámetro de los proyectiles “testigo”, comparándolos con la bala extraída en la autopsia. Los peritos Negri y Uribe, y la Licenciada en Criminalística Silvia Bufalini, más dos colaboradores de la Policía de Rio Negro, todos coincidieron en que el “arma B” coincidía con el proyectil que mató a Rafa. “Todos vimos y estuvimos de acuerdo. Todos llegamos a la misma conclusión, y corroboramos varias veces” reforzó en su declaración la perito Uribe.
Igualmente, a pesar de la coincidencia, los tres peritos siguieron cotejando las otras 22 armas con la misma seriedad, sin que se presentaran dudas o nuevas coincidencias. “Iban a venir dos peritos de Prefectura pero nunca vinieron, no sé por qué”, dijo Nigris.
Tras la primera pericia, el cabo Pintos fue procesado por homicidio agravado, pero apeló argumentando que él no había utilizado ese fusil. Sin embargo no puede explicar el faltante de 50 balas de su subfusil MP5 ni las 22 de su arma reglamentaria.
El juez Villanueva entonces, contradiciéndose a él mismo, dispuso la realización de una nueva pericia y en esa segunda oportunidad se la encomendó a la Gendarmería Nacional, fuerza que depende, al igual que Prefectura, del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Nigris declaró que Natalia Araya, abogada por esos días de la familia Nahuel Salvo, se comunicó telefónicamente con él para avisarle que se iba a realizar una contraprueba a cargo de Gendarmería. Araya le propuso pagarle el pasaje para que pueda asistir a la segunda pericia pero él no aceptó por su calidad de perito oficial. Entonces se conectó con el juzgado, confirmando lo remitido por Araya. Nigris manifestó sus discrepancias con la contra pericia; “Me hubiera gustado que me dejen participar”, “para defender mi trabajo, o que me demostraran lo contrario”, quiso dejar asentado el reconocido perito, antes de culminar con su declaración.
Segunda pericia, una puerta a la impunidad
La segunda pericia balística la realizaron la Licenciada en Criminalística de Gendarmería Maria Silvina Lastretti, el Comandante de Gendarmería Martin Javier Moreno y el perito de parte pedido por la defensa, Jorge Norberto Delgado, quien para esa fecha era el Jefe de Criminalística de la Prefectura Naval Argentina, aunque en su declaración insistió en que su trabajo como perito de parte, es independiente a la fuerza. No participó ningún perito por parte de la familia de Rafa.
En esa ocasión se cotejaron únicamente dos subfusiles MP5 y el proyectil extraído en la autopsia. Si bien ambos peritos declararon que desconocían los resultados de la primera pericia, Lastretti refirió que sabían que las dos armas a periciar eran de Pintos y Obregón.
Las diferentes declaraciones de los profesionales de las dos instancias de pericias hacen dudar sobre cuestiones técnicas de procedimiento llevadas adelante para la realización de la segunda pericia, como el haber tomado nuevos testigos para el cotejo balístico, (esto es, volver a disparar el arma de Pintos y Obregón, para cotejar con el proyectil extraído en la autopsia), la yuxtaposición de imágenes, y respecto a la toma de peso y medidas, Lastretti afirma no haberlo realizado.
Los resultados arrojados por la pericia realizada por los gendarmes sumaron más incertidumbre a la causa: Según los peritos de las fuerzas dependientes del Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich en esa época, el proyectil dubitado no pertenece a ninguno de los dos subfusiles analizados.
Del dicho al hecho
Una vez más quedó en evidencia el rol pre juzgador con el que los medios de comunicación influenciaron en el imaginario popular instalando la idea del enfrentamiento.
En su testimonial, Saccomano afirmó que “el hecho lo sabía todo el pueblo, que había habido un “enfrentamiento”. La zona estaba militarizada hacía un tiempo y estaba en todos los portales, estaba en todos los medios.”
Sin embargo cuando el fiscal Rafael Vehils Ruíz le preguntó, teniendo en cuenta la pericia científica, si el proyectil, por la trayectoria, tenía que ver con un enfrentamiento o una huida. La respuesta del médico forense fue terminante: “Claramente es una huida, sin dudas.”
Marcelo Rochetti, abogado defensor de los imputados Francisco Pintos, Carlos Sosa y Sergio Cavia estalló en medio de una pregunta que pretendía realizar la querella de la Secretaría de Derechos Humanos: “Yo no digo nada que me estoy bancando a todo el gobierno con la Secretaría de Derechos Humanos, la Asamblea de los Derechos Humanos y la mar en bote y no digo absolutamente nada y no tiene nada que ver con esto. Yo no digo que la estrategia de las querellas es probar un hecho para después hacerle juicio al Estado y llenarse los bolsillos a costa de los padres de Rafael Nahuel. Eso yo no lo digo, pero ya que cualquiera dice cualquier cosa, yo digo lo que pienso.”
Rochetti afirmó no decir lo que piensa, pero lo que piensa lo vociferó frente al Tribunal que le garantiza el derecho de defensa a los cinco imputados por el asesinato por la espalda del comunero Mapuche. Podría llamarse exabrupto, pero la reacción de de Rochetti refleja el clima de época actual signado por los negacionismos, las falacias y los discursos de odio con la intención de validar ejecuciones sumarias y garantizar impunidad para los crímenes de Estado.
Tercera pericia: ¿Dónde está la bala?
Otro dato clave del testimonio de Nigris, fue que luego de la primera pericia, todas las armas fueron devueltas en las mismas condiciones a la Policía de Seguridad Aeroportuaria, encargada de la cadena de custodia. Sin embargo, contó que para la tercera pericia, requerida al Ministerio Público de Salta, a la que tampoco fue convocado, lo llamó una persona del Juzgado Federal para preguntarle si él tenía el proyectil o las armas mp5 en su casa, porque habían enviado armas a Salta, pero no las que debían cotejar ni el proyectil extraído en la autopsia.
“Nunca tuve ni el proyectil ni las armas en mi casa. Las armas se las llevó PSA y el proyectil el juzgado federal”, aseguró Nigris, molesto.
Respecto a la tercera pericia Nigris no reconoce las marcas del proyectil analizado y las armas con las que cotejaron: “Desconozco lo que se hizo en Salta. Puedo dar fe del trabajo que nosotros realizamos, pero no de las armas que peritaron los demás” afirmó.
Lo que sucedió con la bala y las armas que no encontraban y lo que se realizó en la tercera pericia, deberán explicarlo la próxima semana los peritos e involucrados en la misma.
El martes próximo serán convocados los cuatro peritos que realizaron la tercera pericia en Salta: Héctor Barbosa (Grupo de Criminalística del Cuerpo de Investigaciones Fiscales) , Hugo Flores Solís, Martín Spotorno (perito de parte, Técnico universitario en balística y armas portátiles de la Policía Federal Argentina), Agustina Oberti (Perito de parte de una querella). El día miércoles por las pericias químicas fulminantes deberán declarar José Luis Manzano (Ingeniero Químico del Cuerpo de Investigaciones Forenses) Fernando Baez (Perito de Gendarmería) , Daniel Alejandro Converso (Doctor en Bioquímica Especialista en Pericias Químicas de Gendarmería) y Adriana Serquis (Doctora en Ciencias Físicas -Comisión Nacional de Energía Atómica – Conicet)
Escriben: Gioia Claro – Roxana Sposaro
Cobertura colaborativa: Revista Cítrica – Infoterritorial – Radio Zona Libre
Foto de portada: Roxana Sposaro
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